Una introducción a la Teoría

Al debatir si aprender o no un nuevo idioma, muchas personas debaten la pregunta de “¿Cuál es la importancia de tener diversidad de idiomas?” Hasta cierto punto, podemos entender que el lenguaje nos permite comunicarnos con otras personas en todo el mundo y crear conexiones cercanas que de otro modo no tendrías, ¡pero el lenguaje tiene mucho más que ofrecer! El lenguaje altera la forma en que nuestros cerebros procesan el mundo y cambia nuestras percepciones de la vida cotidiana. Esta creencia fue desarrollada por primera vez por Edward Sapir y Benjamin Whorf, quienes crearon la teoría de Sapir-Whorf. Afirma que el lenguaje desarrolla diferentes formas de pensar y, por lo tanto, determina su visión del mundo. No se limita a significar que alguien de otra cultura no puede adaptarse a las nuevas influencias, sino que muestra el vínculo directo entre el idioma, la cultura y el comportamiento (Nordquist, Richard). Lera Boroditsky, una científica cognitiva, revela su investigación entre una variedad de culturas y lenguajes que contribuyen a esta teoría.
¡Veamos cómo el lenguaje cambia de perspectiva!

Color:

Algunas culturas no etiquetan cada color con un nombre diferente basado en el pigmento, sino que lo descomponen en “claro” y “oscuro”, o culturas que lo descomponen en categorías de color muy específicas. ¡Todos son muy diferentes! Un ejemplo es el idioma ruso que tiene una multitud de colores para “el inglés” azul “basado en matices. Se ha descubierto que los rusos también pueden distinguir matices de colores mucho más rápido que aquellos cuyo idioma no clasifica de esa manera.

Dirección:

La tribu aborigen Kuuk Thaayorre en Australia usa direcciones cardinales para un sentido de dirección. Los términos “izquierda, derecha, abajo, arriba” no aparecen en su idioma. Boroditsky da el ejemplo de “hay un error en tu pierna suroeste” o incluso que decir hola en su idioma se dice que es “¿en qué dirección vas?”. Esto muestra la influencia de la orientación en su cultura y cognición.

 

 

Tiempo:

El Kuuk Thaayorre también organiza el tiempo en función de la dirección y sigue un patrón de este a oeste bloqueándolo en su lugar con el paisaje. Esto difiere de los angloparlantes donde relacionamos el tiempo con una dirección de izquierda a derecha que cambia a medida que nos movemos.

Números:

Algunos idiomas no usan números de una manera específica, como contar, sino que hacen referencia a los números como simplemente singular o plural.

Género:

Muchos idiomas se clasifican como “de género”, lo que significa que siguen una estructura que se refiere a los objetos como masculinos, femeninos o neutrales. Por ejemplo, la palabra “puente” en español es masculina pero femenina en alemán. Se encontró que los hablantes de alemán describían los puentes como “elegantes” o “hermosos”, mientras que los hispanohablantes se referían a ellos como “fuertes” o “largos”, lo que muestra cómo el género en el lenguaje afecta la perspectiva.

Accidentes:

La estructura gramatical entre idiomas puede alterar la relación entre los verbos y sus sujetos. Por ejemplo, cuando un hablante de inglés menciona que rompió un artículo, el idioma culpa al individuo y no al objeto. En español por el uso de verbos reflexivos vemos que se echa la culpa al ítem que se rompe. Esto ha demostrado reducir la memoria de quién es el responsable simplemente por la gramática.

Conclusión:

Lenguaje es más complicado que pensamos. Eso es por qué es importante que entendamos la lengua y los efectos a la cultura. Por todas sus necesidades de servicios de lingüísticos visite www.saulsinternational.com

Referencías:

Nordquist, Richard. “The Sapir-Whorf Hypothesis Linguistic Theory.” ThoughtCo, Aug. 26, 2020, thoughtco.com/sapir-whorf-hypothesis-1691924.

Boroditsky, L. & Gaby, A. (2010). “Remembrances of Times East: Absolute Spatial Representations of Time in an Australian Aboriginal Community.” Psychological Science. doi:10.1177/0956797610386621

Winawer, J., Witthoft, N., Frank, M., Wu, L., Wade, A., and Boroditsky, L. (2007). “Russian blues reveal effects of language on color discrimination.” Proceedings of the National Academy of Sciences doi:10.1073/pnas.0701644104

Fausey, C. & Boroditsky, L. (2011). “Who dunnit? Cross-linguistic differences in eye-witness memory.” Psychonomic Bulletin & Review: Volume 18, Issue 1, Pages 150-157. doi:10.3758/s13423-010-0021-5